Shakespeare y Cervantes, creadores de
cabecera de la literatura universal, el británico y el español, murieron el
mismo año. Con motivo a tan importante aniversario, Proyecto LEE (LECTURA EN ESPERA) invita
a realizar un recorrido virtual por dos obras cumbres de dichos autores:
·
“El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, es la
obra más destacada de la literatura española y una de las principales de la literatura
universal. El libro más traducido y editado luego de la Biblia.
·
“Romeo y Julieta”, de
William
Shakespeare, se ha convertido en la historia de amor por antonomasia, y puede
afirmarse que su fama excede a la del mismo autor.
Idealista sale al mundo a deshacer agravios
El
Quijote narra la historia de un hidalgo manchego de unos cincuenta años,
denominado Alonso Quijano, que enloquece tras la excesiva lectura de libros de
caballerías. El protagonista llega a creer que las narraciones caballerescas
relatan sucesos reales. Adoptando el nombre de don Quijote, a lomos de su
caballo Rocinante, decide ponerse a imitar sus nobles hazañas
idealistas, las de sus héroes literarios, con el objetivo de “desfacer
agravios, enderezar entuertos y proteger doncellas”.
“Todo lo miraba
Sancho, admirado del ardimiento de su señor, y decía entre sí:
—Sin duda, este mi amo
es tan valiente y esforzado como él dice.
Estaba una hacha
ardiendo en el suelo, junto al primero que derribó la mula, a cuya luz le pudo
ver don Quijote, y, llegándose a él, le puso la punta del lanzón en el rostro,
diciéndole que se rindiese: si no, que le mataría. A lo cual respondió el
caído:
—Harto rendido estoy,
pues no me puedo mover, que tengo una pierna quebrada; suplico a vuestra merced,
si es caballero cristiano, que no me mate, que cometerá un gran sacrilegio, que
soy licenciado y tengo las primeras órdenes.
—Pues ¿quién diablos
os ha traído aquí —dijo don Quijote—, siendo hombre de Iglesia?
—¿Quién, señor? — replicó
el caído—. Mi desventura.
—Pues otra mayor os
amenaza —dijo don Quijote—, si no me satisfacéis a todo cuanto primero os
pregunté.
—Con facilidad será
vuestra merced satisfecho —respondió el licenciado—, y, así, sabrá vuestra
merced que, aunque denantes dije que yo era licenciado, no soy sino bachiller,
y llámome Alonso López; soy natural de Alcobendas; vengo de la ciudad de Baeza,
con otros once sacerdotes, que son los que huyeron con las hachas; vamos a la
ciudad de Segovia acompañando un cuerpo muerto que va en aquella litera, que es
de un caballero que murió en Baeza, donde fue depositado, y ahora, como digo,
llevábamos sus huesos a su sepultura, que está en Segovia, de donde es natural.
—¿Y quién le mató?
—preguntó don Quijote.
—Dios, por medio de
unas calenturas pestilentes que le dieron —respondió el bachiller.
—Desa suerte —dijo don
Quijote—, quitado me ha Nuestro Señor del trabajo que había de tomar en vengar
su muerte, si otro alguno le hubiera muerto; pero, habiéndole muerto quien le
mató, no hay sino callar y encoger los hombros, porque lo mesmo hiciera si a mí
mismo me matara. Y quiero que sepa vuestra reverencia que yo soy un caballero
de la Mancha llamado don Quijote, y es mi oficio y ejercicio andar por el
mundo enderezando tuertos y desfaciendo agravios.
—No sé cómo pueda ser
eso de enderezar tuertos —dijo el bachiller—, pues a mí de derecho me habéis
vuelto tuerto, dejándome una pierna quebrada, la cual no se verá derecha en
todos los días de su vida; y el agravio que en mí habéis deshecho ha sido
dejarme agraviado de manera que me quedaré agraviado para siempre; y harta
desventura ha sido topar con vos que vais buscando aventuras.
—No todas las cosas
—respondió don Quijote— suceden de un mismo modo. El daño estuvo, señor
bachiller Alonso López, en venir como veníades, de noche, vestidos con aquellas
sobrepellices, con las hachas encendidas, rezando, cubiertos de luto, que
propiamente semejábades cosa mala y del otro mundo; y, así, yo no pude dejar de
cumplir con mi obligación acometiéndoos, y os acometiera aunque verdaderamente
supiera que érades los mesmos satanases del infierno, que por tales os juzgué y
tuve siempre.
—Ya que así lo ha
querido mi suerte —dijo el bachiller—, suplico a vuestra merced, señor
caballero andante que tan mala andanza me ha dado, me ayude a salir de debajo
desta mula, que me tiene tomada una pierna entre el estribo y la silla.”
Parte I, Capítulo XIX - Miguel
de Cervantes
CONOCE + La cita incorrecta
La famosa expresión ‘Ladran,
Sancho, señal que cabalgamos’ es ampliamente utilizada para señalar que
algo o alguien avanza a pesar de las críticas, los impedimentos y los problemas
que se le pueden ir presentando.
Durante muchísimo tiempo se tuvo la certeza de que
dicha expresión había sido extraída de la obra Don Quijote de la Mancha, pero
en ninguna de sus dos partes aparece referencia alguna. Ni tan siquiera algo
que pueda asemejarse.
Todo parece suponer que fue el hecho de que esté
incorporado el nombre de Sancho (fiel escudero del Hidalgo don Quijote) lo que
hizo pensar que la frase pertenecía a la obra de Cervantes escrita a principios
del siglo XVII.
La mayoría de expertos señalan que la primera
constancia escrita de una expresión similar, y que podría haber dado origen a
esta, fue obra del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien en 1808
publicó el poema titulado ‘Ladran’ (Kläffer), el cual decía:
En busca de fortuna y de
placeres
Más siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos.
Todo parece ser que fue de este poema de dónde sacó
(casi un siglo después) Rubén Darío la inspiración para acuñar una expresión
que solía decir cuando era criticado debido al mestizaje de su origen. Dicha
expresión no traía incorporado el nombre de Sancho, pero lo que no se sabe es
porqué el poeta nicaragüense se lo añadió: ‘Si los perros ladran, Sancho, es
señal que cabalgamos’
Alguna fuente indica que hay una un proverbio
turco, más antiguo que el poema de Goethe (aunque no se indica de cuándo es) y
que dice ‘Los
perros ladran, pero la caravana avanza’.
DIVIERTETE + Un poco de humor
El profesor Jirafales les
enseña al Chavo del 8 y a sus amigos sobre el Quijote de la Mancha. Mira el
capítulo en https://www.youtube.com/watch?v=R7w2o4PuCr4
Chespirito y Don
Quijote de la Mancha: https://www.youtube.com/watch?v=t7G0OfBUFDo
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