UN PASO UN TANGO

viernes, 16 de septiembre de 2016

Si lees mucho puedes enloquecer



LAS DOS PLUMAS MÁS GRANDES  SE FUERON JUNTAS HACE 400 AÑOS
Shakespeare y Cervantes, creadores de cabecera de la literatura universal, el británico y el español, murieron el mismo año. Con motivo a tan importante aniversario, Proyecto LEE (LECTURA EN ESPERA) invita a realizar un recorrido virtual por dos obras cumbres de dichos autores:
·         “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes, es la obra más destacada de la literatura española y una de las principales de la literatura universal. El libro más traducido y editado luego de la Biblia.
·         “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare, se ha convertido en la historia de amor por antonomasia, y puede afirmarse que su fama excede a la del mismo autor.
Si lees mucho puedes enloquecer
Así le ocurrió a este pobre hombre... ¿Lo has leído? Seguro que sí. El protagonista, Alonso Quijano, se volvió loco por leer demasiado:
"Del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio.”



“Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los más del año—se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y, así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y, de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas intricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Y también cuando leía: «Los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza...»

Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para solo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y recibía, porque se imaginaba que, por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales. Pero, con todo, alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie de la letra como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar —que era hombre docto, graduado en Cigüenza— sobre cuál había sido mejor caballero: Palmerín de Ingalaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás, barbero del mesmo pueblo, decía que ninguno llegaba al Caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo, que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga.

En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.”
Parte I, Capítulo I- Miguel de Cervantes
                     Don Quijote de la Mancha (SEGUNDA PARTE)

CONOCE + Citas y refranes
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es  una obra humorística, satirizando las novelas de caballería, pero también tiene mucha crítica social. Las largas conversaciones entre don Quijote y Sancho Panza han dado lugar a muchos de los refranes que aún usamos en la actualidad. Aquí hay algunas de sus citas más famosas de Don Quijote.



"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor".
Parte 1, Capítulo 1



"En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante. . ."  Parte 1, Capítulo 1
"Yo sé quién soy--respondió don Quijote--, y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías."  Parte 1, Capítulo 5
"Señor, una golondrina sola no hace verano." Parte 1, Capítulo 13
"Aunque bien sé que no hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan; que es libre nuestro albedrío, y no hay yerba ni encanto que le fuerce." Parte 1, Capítulo 22
"Cuanto más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano." Parte 1, Capítulo 25
"Cada uno es hijo de sus obras." Parte 1, Capítulo 47
"No hay libro tan malo--dijo el bachiller-- que no tiene algo bueno." Parte 2, Capítulo 3
"Cada uno es como Dios le hizo y aun peor muchas veces." Parte 2, Capítulo 4
"Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aun también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: 'Dime con quién andas, decirte he quién eres', y el otro de 'No con quien naces, sino con quien paces'." Parte 2, Capítulo 10
"No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería. Anda despacio; habla con reposo; pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de eructar delante de nadie." Parte 2, Capítulo 43
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres." Parte 2, Capítulo 58
"Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento." Parte 2, Capítulo 58
"Advierte, Sancho--dijo don Quijote--, que el amor ni mira respectos ni guarda términos de razón en sus discursos, y tiene la misma condición que la muerte: que así acomete los altos alcázares de los reyes como las humildes chozas de los pastores, y cuando toma entera posesión de una alma, lo primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza." Parte 2, Capítulo 58
"El que hoy cae, puede levantarse mañana." Parte 2, Capítulo 65

MIRA +

PELÍCULA COMPLETA: https://www.youtube.com/watch?v=hjR5g3mbkcw

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